jueves, 5 de febrero de 2015

Parte 3: Recuerdos destructores

Hoy hay una lluvia de meteoros en mi cabeza. Esas estrellas que viven en esas burbujas que consumen a lo loco, que quitan toda la alergia de su alrededor y se olvida de todo. Pero solo hablan de rencor, y desde un punto de vista porque son ellas, que se tienen además de ellas, a mas estrellas. Es como si no importara porque toman todo de contado pero nunca paran. Hay cosas que es mejor no pensarlas tanto, pero yo soy muy racional, ojala fuera mas radical y espontánea, pero no lo soy. Tal vez no esté sola, pero me siento así, y es horrible porque me siento egoísta.
La vida es un campo de batalla; para mi no, para mi es un campo de amor y animalitos donde lo que menos se necesita es la guerra. Pero las hay, que es lo peor, y hay que enfrentarla nos guste o no. Y aunque a veces me de la cristiandad y digo que nada malo puede salir del amor, me dan ganas de arreglarlo todo con todo. Pero con las ganas no se gana nada, se tienen que pasar a las acciones, pero luego recuerdo que igual intento y no funciona, porque siempre hay alguien mejor que yo y siento que no puedo hacer nada sola, y ahí es donde me doy cuenta que sí, estoy sola. Yo doy todo lo que me es posible según mi modo de ser. Pero nadie me toma en cuenta, y siempre hay alguien que me supera en todo sentido así las apariencias digan otra cosa. ¡Y me niego! Porque quiero saber que hay alguna persona que me va a querer como única e irrepetible aunque sea por un momento, pero que sea de verdad, puro. Y no es que no valore a las personas que están a mi alrededor, solo que me tiene realmente consternada el porque no tengo la capacidad de amar (o ser amada, por decirlo así) a las personas sin pensarlo dos veces. Me hace pensar que no tengo la capacidad de hacerlo. Todo se desmorona, y la verdad es que no se que hacer.

...


No fue culpa, nunca lo fue. La mente es un arma letal que te hace tomar las decisiones mas difíciles en momentos dolorosos, pero también te da escoger entre recordarlo de una manera que te duela igual que la vez primera o, recordarlo como algo que debiste aprender y que perdonaste alguna vez.
"Quizás a la que debiste perdonar desde un principio siempre ha sido a ti misma, Oli. Si tan solo hubieras tenido un poco de tolerancia con tus pensamientos, quizás hubieras descubierto que realmente eras tu la que necesitaba curarte y perdonarte. No seas tan dura, te vas a enfermar. Toma agua, hace bien a tu cuerpo. Toma tus medicamentos, la psiquiatra sabe lo que te manda. Fluoxetina, colores blanco y morado, son colores amables, son colores de paz, ¿por que no dejas de esconder las pastas y te la tomas? quizás te sirvan de algo." Mi mente siempre me esta regalando dudas, quizás, quizás, quizás. No soy dura conmigo misma, es obvio que algo andaba mal y debía comenzar desde mis entrañas. Dios, libérame, ya no estoy creyendo. 

(RECUERDO 1 DEL COLEGIO)

Amie, mi hermana mayor y yo salíamos del colegio, ella estaba dos grados mas que yo: ella en 10 y yo en 8. Ella tenía 15 y yo 13 años. Peleábamos como hermanas, normal, pero nos amábamos mas que nada, aun nos amamos, muchísimo mas. Cuando compartíamos el mismo cuarto jugábamos a ser emisoras: "Hola, emisora de Amie, ¿que cancion solicita?" "Hola, si, me podrías poner Flores Amarillas, de Floricienta""Claro que si, Flores Amarillas para nuestra oyente" Amie comenzaba a cantar la canción. 

- Amie, hoy Lucía y las demás estaban muy extrañas conmigo, me ignoraban con cada cosa que decía y se hacían secretos, se reían. Pero me alejé un poco, quizás ellas estaban hablando de algo que pasaron el día anterior. No me han vuelto a invitar a sus casas, pero está bien. 
- Sabes, ellas no merecen tener tu amistad. No entiendo como sigues con ese grupo, debes revisar mejor tus calificaciones, no puedes seguir perdiendo materias. 
-Si, claro. 

Al llegar a casa, habían dos niñas con el uniforme del colegio esperando en la puerta. 

- Hola, ¿Quién es Olivia? 
- Soy yo.
- Mire, aquí le mandaron.- una de ellas extendió su mano y me entrego una carta impresa. Dos hojas, con letra grande en tamaño carta. 
- Gracias. 

Subí corriendo las escaleras entusiasmada de leer, desearía no haber tenido esa emoción, desearía no haber recibido nada. Era una carta llena de odio, de enojo, no expresaba mas que rechazo. "Deje de ser tan fastidiosa" "A usted nadie la quiere, ni siquiera sus papás la quieren" "Usted es una basura" "Todo el mundo la odia" "Nadie la quiere, nadie la va a querer"... Atentamente: Lucía, Martha, Camila, Luisa y Mariana. 

Si, copiaron sus nombres. Y sentí como el frio recorría cada esquina de mi cuerpo, me subía y bajaba una fiebre inexplicable. Tenía ganas de vomitar, de botar hasta lo que aun no había comido. Pero, si eran mis amigas, ¿Si lo eran? ¿Por qué quieren decirme esto? no entiendo, no entiendo nada. ¿Pero que pasó? yo no le hago daño a nadie, ¿Acaso dije algo que les disgustó? no, no, no Oli no llores, no llores. Pero si de pronto fue tu culpa, ¿Qué hiciste para que te odiaran? No llores, por favor, no llores. 

- Qué esta pasando Olivia, que es eso.- Mi hermana entra al cuarto y con la cara pálida y enojada me quita las hojas de las manos. Lee la carta, y con cada palabra sus ojos se enrojecen de enojo, de impotencia, de tristeza, de rencor. -QUÉ ES ESTO, NADIE TE ODIA, TODOS TE AMAMOS OLIVIA, NO ES CIERTO LO QUE DICEN. MAMÁ, MAMÁ MIRA ESTO, MIRA ESTA MIERDA. ¡¡¡MAMÁ!!! 

No tenía fuerzas para levantar la mirada, mi alma se encerró, mi corazón palpitaba fuerte y no palpitaba, mi estomago se revolcaba, mi cerebro colapsaba. Y mientras escucho todos los sonidos alejarse, distorsionarse, llega mamá a leer la carta, a sentarse a llorar, a abrazarme, a coger de las manos a mi hermana mientras a ella le caían las lagrimas lentas y tibias por las mejillas y yo lloraba y por dentro, ya no pensaba. 

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viernes, 16 de enero de 2015

Parte 2: Dos y dos son cuatro

Culpaba de manera rotunda su presencia alguna vez en mi vida y mi fracaso en algo que a largo plazo se convertiría en mi única pesadilla. "Échale tierrita" decía la Olivia de mi mente, la que se creía ingenua de que las cosas se podían borrar como si nada, pero yo soy la Olivia de carne, la que tiene que abrir los ojos para contemplar una vida afortunada en un cuerpo desgastado, un alma maltratada y un corazón de palo. Comencé a preguntarme, hablar yo con yo, no con la Olivia que murmura a mi hombro derecho, no, ella no escucha.

-¿Todo bien en la Universidad?- Mamá siempre me interrumpe en mis momentos de conversación secreta, a veces me encuentra hablando en voz alta (es incontrolable para mi dejar de hablar, incluso si me encuentro sola).

-Si, supongo.- Miento, en mate me tocó con el profesor mas rajador y cascarita de la facultad de matemáticas y por si fuera poco, se burla de todos nosotros, en nuestras propias narices: "Bueno, al parecer Jerónimo va a ser el único que pasará esta materia ja,ja,ja." y nos mira con incredulidad, el sabe que tiene el control sobre nosotros.  Un profesor de planta que no lo sacan por ser parte del grupo de investigación y no siendo poco, uno de los mejores en su área, pero de los peores en la pedagogía y ética humana; y bueno, Jerónimo no lo culpo, es un buen estudiante, algo tímido, no es atractivo, las mujeres de mi salón se podría decir que solo lo usan para que les ayude con sus talleres, como si al genio de Jorge le valieran las calificaciones externas. 

-A veces te noto algo pensativa, ¿no me quieres contar que te pasa?

-Ma, estoy bien, me duele la cabeza un poco. Llovió cuando salía de la universidad y no llevé sombrilla, ¿te imaginas ahora para bajar caminando hasta el terminal de transporte? tuve que pagar una buseta de mas para no empaparme.

- ¿Y comiste el almuerzo o me lo trajiste como siempre? 

-Lo mejor es que mañana no lleve almuerzo, en la universidad puedo buscar que comer, a veces no encuentro el suficiente apetito cuando la comida esta muy fría.- Y es verdad, la mayoría de veces, que son muchas siendo mas exacta, he traído el almuerzo completo de vuelta a casa simplemente porque me da ese desasosiego de no poder comer algo tranquila sentada en la mesa de mi casa. Peor aún, pensar que es algo que me va a pasar el resto de mi vida, ya sea en una oficina o en un rincón del piso de donde sea que esté trabajando, con la coca del almuerzo frio y las tajadas duras y pasmadas. 

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Que podría estar haciendo Francis, no terminamos una relación bien, o por lo menos sigo con muchas incógnitas sin resolver y que quizás, ahora ya ni me puedan interesar menos. Solo sé que de alguna manera estaba buscando en alguien mas, lo que no pudo (o no quiso) encontrar en mi. Fue cuestión de un mensaje de texto explicándome lo que ya sé de sobra: La vida tiene ciclos, tenemos que cumplirlos, tenemos que completar la misión y llegar a lo que es realmente el objetivo de esos ciclos, el verdadero y puro razonamiento. Pero nos la pasamos toda la vida razonando por tantas cosas que ni nos damos cuenta de que lo estamos haciendo. Nos la hemos pasado dándonos golpes de pecho y lamentándonos por cuanta cosa le ocurra a la gente como si fuese obligación propia hacerlos felices. Y me niego a pensar que mi ser no es lo suficientemente grande como para no querer y merecer lo mejor de lo mejor. 

(RECUERDO 1 DE FRANCIS) 

-¿Necesitas estar hoy también en la casa de Derek?

-Tu nunca entiendes Olivia, el es lo mas cercano que tengo a un hermano.

-Pero no lo sueltas en ningún momento, si te entiendo, pero ni siquiera nosotros podemos salir a comer una pizza... solos. 

-El me hace bien. 

-¿Eso que quiere decir?

-¿Estas insinuando algo?

-No lo se, dímelo tu. 

-Te llevaré a casa ya. 

-No necesito que me lleves.

-Bueno, puedes irte. 

...

Recuerdo haber apretado los dientes tan fuerte que tuve que dar la espalda rápidamente y caminar lo mas cuerda posible para no parecer una tonta con las lagrimas desbordando en los ojos como si la niña que algún día fui nunca se hubiese ido. Y claro, como toda fantasiosa imagine sus pasos afanados detrás de los míos con un poco de solidaridad con mi alma pidiendo una pequeña pero significante disculpa, era lo menos que me merecía, ¿no?

jueves, 15 de enero de 2015

Parte 1: Predicciones

Parecía tonta la manera en la que pretendía que todo estaría bien; a otra persona sin duda alguna le hubiera parecido una total perdida de tiempo. Todos los días parecían ser tan iguales y monótonos, que escribir en una hoja de papel con la tinta de un lapicero azul que había algo diferente y hermoso en ese día, era realmente absurdo. Cada noche pensaba o soñaba lo que se suponía que quería que fueran mis días; yo, que vivía casualmente obsesionada con mi falta de atención y mis descuidos que me hacían tardar horas en recordarlos.

Para mi era fácil cerrar los ojos e imaginar la fantasía mas imposible, loca y perfecta; aun mas difícil era volverlos a abrir y enfrentarme con la realidad de este mundo sin reglas para los que pueden y con reglas para los que deben.
Todo el mundo trata de buscar algo para sostenerlo en sus brazos, algo que no los deje caer y, cada vez que algo ande mal, ese algo, sea la única razón por la cual todo va a estar bien, por mas pésima y cruel que sea la situación. Sin embargo, aquí estaba yo, mirando el techo de mi habitación, tan sola como una mora, esperando a que mi nuez me mande alguna señal. ¡una nuez! Que locura, que loca... Pues bien, así soy yo: 1.55 de estatura, cabello castaño oscuro y largo, delgada, ojos medio grandes color café oscuro (muy severos) con negras y largas pestañas, rasgos delicados, labios finamente curvados y no siendo grandes, mas bien delgados.

A veces cuando miras la palma de tu mano, esas arrugas que se forman en los nudillos cuando las estiras ¿qué ves?, ¿en que piensas?, acaso has pensado que dicen mas que solo un pronostico de vida? y quizás piensas que es temprano (para mi no, para mi ya es tarde). Las verdaderas cicatrices, esas que son mas profundas e intensas, no son realmente las que se muestran, no son aquellas que las células van reconstruyendo por trabajo propio, no. La peores cicatrices se encuentran en el alma, en la mente, están envueltas en un sin fin de minutos enredados entre días, meses y años. Cuando crees que realmente has sanado de ellas es cuando menos preparado te encuentras para tocarlas, ni siquiera para pensarlas. Ahora, si pudieras devolver el tiempo y evitar que esas cicatrices si quiera existieran, ¿en qué podría cambiar tu presente o tu futuro?, ¿vas a recordar lo que hiciste y esta vez la intentarás o lo dejarás de hacer?

Si la vida te regala otra oportunidad....

-Está haciendo sol, Oli, deberías aplicarte un protector solar. - Mi madre, siendo cuidadosa por 18 años consecutivos. -La sombrilla, la billetera, la cédula, están multando por no llevarla, y si los policías te encuentran en la calle sin documentos, chao ahorros. Ah, pero antes de salir, lava los platos.

-Si lavo los platos ya, nunca voy a llegar a la universidad, además, hoy me toca presentar un parcial y lo mas probable es que en la vía haya tráfico.

-¿Y como sabes que va a haber tráfico?

-Porque siempre que voy de afán, hay tráfico.

-Exagerada.

-Prevenida. Chao ma.

A veces me pregunto si escogí el camino correcto, iniciar una carrera la cual no me veo a futuro es algo arriesgado, no solo para mi sino mi tiempo para estudiar y salir adelante, para obtener un trabajo y maldecirme de esta encerrada en un laboratorio lleno de olores fuertes y quemaduras con yodo caliente. Karen estará pronto lejos de nosotros, dice que se quiere ir para Medellin y lo mas probable es que lo consiga, es increíble, mi hermana terminando su carrera universitaria en un poco mas de un año, y yo iniciando una carrera en la que quiero salir, corriendo.

-Cuanto tiempo llevas pintando esos cuadros, no le estas poniendo cuidado a la clase.- Carina fue mi primera amiga en la inducción, es muy buena con las matemáticas. Yo en algún momento pensé en ser igual de buena como ella, pero mi conformismo en el estudio sobresalía como mi nombre: Olivia, la que se conforma pasando las materias en la nota que fuera, pero las pasaba.

-Cari, no entiendo, no nos están dando ningún otro dato para completar la ecuación, ¿de donde lo vamos a sacar?

-Bueno, es eso lo que estamos sacando para resolver la ecuación y balancearla, ¿si ves que no estas poniendo cuidado?. Oli, es por Francis, ¿cierto?

-No.


SOY LA ESCRITORA, ESTO SOLO ES EL PRÓLOGO

Me gustaba caminar a través de esa ruta aun sabiendo que al final me esperaría un accidente desastroso, pero es que simplemente caminar en esa dirección me hacía sentir que era el camino correcto para encontrarme de nuevo conmigo y unir de nuevo mis trozos ya rotos. ¿Cómo algo que está tan mal puede hacerte sentir tan bien?
...
Quizás seguía caminando a través de ella pensando que en algún momento mis sentimientos lograrían cambiar el final que ya veía venir, pero tuve que elegir entre salir destrozada de una situación en la que estaba completamente sola o retirarme antes de que todo se esfumara, así que, ¿adivina qué elegí?